La lactancia es una de las maneras más eficientes de garantizar la salud y la supervivencia de los niños, es segura, limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia, además de suministrar nutrientes y energía que necesitan los bebés durante los primeros meses de vida.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), “la lactancia materna salva la vida de 850 mil niños cada año, lo que demuestra que, con sus múltiples beneficios, favorece al neurodesarrollo y el sistema inmunológico del bebé hasta los 2 años o más. Además, aporta importantes beneficios para la madre como prevenir anemia, sangrado y depresión posparto, recuperar peso, evitar el desarrollo de mastitis e incluso, cáncer de ovarios y de mama”.
Con base en las cifras reveladas por Unicef, en un trabajo colaborativo desde los programas de Enfermería de Areandina sede Bogotá y seccional Pereira en conjunto con el programa de Medicina sede Valledupar, se dio a conocer durante el tercer foro nacional y segundo internacional sobre Lactancia Materna, la situación alimentaria y nutricional de la población colombiana que actualmente está por debajo de la tasa de porcentajes a nivel mundial según la Encuesta Nacional de Nutrición ENSIN 2015 y, estudiar el panorama de los profesionales de la salud para atender diversas emergencias de madres lactantes.
Según la encuesta, “7 de cada 10 recién nacidos en Colombia iniciaron la lactancia materna en la primera hora de vida y 1 de cada 3 menores de 6 meses fue alimentado solo con leche materna, frente a la meta internacional del 50% fijada por la OMS para el 2025”. Razón que se hace fundamental proteger, promover y apoyar la lactancia materna con el objetivo de promover la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de lactantes.
Una responsabilidad compartida
Para Luz Ángela Arrieta, médica pediatra y docente el programa de Medicina de Areandina sede Valledupar, a pesar de los múltiples beneficios que aporta para la salud de la madre, el bebé, la economía familiar e incluso, beneficios en la ecología, existen dificultades que se presentan durante la lactancia.
“Es responsabilidad de todos los profesionales de la salud tener los conocimientos adecuados y la formación en lactancia materna desde las facultades de pregrado y posgrado para obtener las herramientas necesarias y así, brindar un apoyo adecuado a la madre lactante desde la gestación con el fin de lograr la empatía adecuada entendiendo el entorno en el cual se desenvuelve cada madre, la interculturalidad de nuestro país para superar las dificultades y lograr una lactancia exitosa hasta más allá de los 2 años como recomienda la Organización Mundial de la Salud”, explica la doctora Arrieta.
Promover la lactancia para garantizar la vida. La normatividad en Colombia a favor de la lactancia materna ya existe y es de obligatorio cumplimiento el acompañamiento adecuado para favorecer la lactancia desde el sector salud. Sin embargo, para la académica Arrieta, en algunos casos se encuentran barreras importantes que impiden el desarrollo adecuado de estas políticas que están diseñadas para mejorar las tasas de lactancia materna.
“Las madres se encuentran rodeadas de muchas dudas y dificultades, publicidad a favor de las opciones distintas a la lactancia materna, asociado al factor emocional, el trasnocho y a veces sin una red de apoyo familiar para llevar a cabo el proceso. Si a todo esto le sumamos que no hay profesionales de la salud capacitados, que no brindan ayuda real para mejorar la dificultad que se está presentando, entonces se termina suspendiendo la lactancia por razones equivocadas”.
Finalmente, la doctora Arrieta es enfática en señalar que, “educando al profesional de la salud, se convierte en educador de esa madre y su familia, siendo estos posteriormente multiplicadores de la información a nivel de la comunidad, lo que es responsabilidad de todos”.