Santa Marta recibe moneda conmemorativa por sus 500 años: un símbolo de memoria histórica y construcción identitaria
- REDACCIÓN La Noticia Positiva
- 19 jul
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Especial WebMark Redacción Positiva
El pasado 11 de julio, el Banco de la República de Colombia puso en circulación una moneda conmemorativa en honor al quinto centenario de la fundación de Santa Marta, hito que convierte a esta ciudad en la urbe más antigua del país aún existente y una de las primeras fundadas por los europeos en el continente sudamericano.
La emisión numismática —que combina valor patrimonial, simbología cultural y función educativa— hace parte de un conjunto de estrategias estatales orientadas a fortalecer la conciencia histórica y resaltar los procesos fundacionales de relevancia nacional. Esta acción institucional se inscribe en una lógica de patrimonialización de la memoria, en donde el Estado reconoce elementos del pasado como parte constitutiva de la identidad colectiva.
Fundada el 29 de julio de 1525 por el conquistador español Rodrigo de Bastidas, Santa Marta fue uno de los primeros enclaves coloniales en el litoral Caribe, lo que le confiere una densidad histórica significativa. Desde sus orígenes, funcionó como punto estratégico para el control territorial, la implantación del modelo colonial y la expansión de las misiones religiosas. Fue también uno de los escenarios iniciales de resistencia de las comunidades indígenas tairona y, posteriormente, espacio de presencia significativa de poblaciones afrodescendientes esclavizadas.
A lo largo de cinco siglos, la ciudad ha sido testigo de múltiples procesos históricos: colonización, mestizaje, independencia, formación republicana y reconfiguración moderna. No es casual que en su territorio haya concluido su vida el Libertador Simón Bolívar en 1830, hecho que añade un peso simbólico al carácter histórico de la ciudad.
La conmemoración de su quincentenario trasciende el relato fundacional y propone una mirada crítica y plural sobre el devenir histórico de la región. Reconocer la historia de Santa Marta implica no solo celebrar su antigüedad institucional, sino también abrir espacios de reflexión sobre los impactos del colonialismo, la memoria de los pueblos originarios, el legado afro y el mestizaje cultural que ha moldeado su identidad actual.
Con esta moneda conmemorativa, el Banco de la República no solo rinde homenaje a Santa Marta, sino que contribuye a la democratización del patrimonio histórico y a la circulación de narrativas que resignifican el pasado como herramienta de comprensión del presente y proyección del futuro.
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